Si entras a una sucursal, abres una cuenta digital o hasta cuando caminas en un centro comercial, tarde o temprano escucharás la pregunta: “¿Quieres una tarjeta de crédito?”.

No es casualidad. Para los bancos, las tarjetas de crédito son uno de los negocios más rentables.

👉 Aunque una tarjeta es un excelente instrumento de pago —práctica, segura, con recompensas y promociones—, también viene con una letra pequeña que no siempre se entiende:

  • Tasas de interés que superan el 50% anual, muy por encima de otros productos financieros.
  • Comisiones por disposición de efectivo que pueden alcanzar hasta el 10%.
  • Cargos por atraso que convierten una deuda pequeña en una bola de nieve.

En muchos países de América Latina, las tasas de las tarjetas están entre las más altas del mundo. Y mientras tanto, los bancos ganan miles de millones al año por intereses de clientes que no pagan el total de su saldo mes a mes.

💡 De ahí la insistencia: ofrecer tarjetas es una máquina de ingresos para cualquier institución financiera.
Incluso existe un fenómeno curioso: personas que coleccionan tarjetas de crédito, no por necesidad, sino por acumular beneficios, millas o descuentos. El riesgo, claro, es perder el control y terminar atrapado en múltiples deudas a tasas altísimas.

🚨 Otros problemas comunes:

  • Sobreendeudamiento: usuarios con más tarjetas de las que pueden manejar.
  • Falsos incentivos: gastar más para alcanzar puntos o recompensas que no justifican los intereses.
  • Impacto en el historial crediticio: una tarjeta mal administrada puede cerrar las puertas a futuros créditos hipotecarios o empresariales.

Al final, la tarjeta de crédito puede ser una herramienta útil, siempre y cuando la uses a tu favor y no al del banco:

  • Paga siempre el total de tu saldo cada mes.
  • No uses la tarjeta como un ingreso extra.
  • Compara las tasas antes de aceptar cualquier oferta.

En conclusión, la próxima vez que un banco te insista con una tarjeta, recuerda: no lo hacen pensando en ti, lo hacen pensando en su negocio.